¿QUÉ ES MEJOR TENER CRACKS O JUGADORES DE EQUIPO?
¿QUÉ ES MEJOR TENER CRACKS O JUGADORES DE EQUIPO?
En este artículo te lanzo una pregunta creo que muy interesante si eres un gestor de equipos. Quizás pienses: ¿qué pasa si además de tener cracks son también jugadores de equipo? Pues perfecto, pero a veces no es así y/o supongamos que tuviéramos que decidirnos. ¿Qué hacer?
Sabes, a lo largo de mi experiencia profesional he tenido la suerte de conocer a magníficos profesionales. Jugadores que eran brillantes por sus números, sus estadísticas y que eran considerados piezas indiscutibles en el equipo. Si había la sensación o la sospecha de que podrían cambiar de aires o la competencia pudiera atraerlos hacia sí, se revisaban sus condiciones salariales. Algo parecido a lo que sucede en el mundo del fútbol.
Sin embargo, y aunque el motivo de este artículo no es hablar mal de los “cracks” que cualquiera desearía tener en su equipo, debo señalar que para mí personalmente hay otro tipo de jugadores que muchas veces pasan desapercibidos en las organizaciones, también para los líderes de equipo y que para mí tienen incluso más mérito. ¿Qué quiénes son?
Hablo de las personas que cuando se las necesita están siempre disponibles. Jugadores que aceptan trabajar en departamentos, puestos y realizar tareas que no son su área de expertise. Donde quizás no puedan brillar, pero que debido a su elevado compromiso con la organización y el equipo tiran para adelante.
Este tipo de profesionales tienen características que deberían valorarse más por ejemplo:
Su versatilidad. Un jugador que esté dispuesto a asumir roles diferentes y adaptarse a las necesidades del equipo puede ofrecer una versatilidad que un jugador con habilidades especializadas no podría. Esta versatilidad puede ser crucial en situaciones donde el equipo enfrenta desafíos imprevistos o cambios en la estrategia durante el juego. Y todos sabemos que en ocasiones las plantillas son cortas, hay bajas, vacaciones, etc. y a veces necesitamos hacer “encaje de bolillos”.
Su espíritu de equipo. Los jugadores que están dispuestos a sacrificar su propio éxito en beneficio del equipo demuestran un fuerte espíritu de equipo. Esto puede mejorar la cohesión del grupo, promover la colaboración y crear un ambiente de trabajo positivo donde todos se sientan valorados y motivados. Siempre he tenido en mente aquel refrán que dice: “Si quieres ir rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos mejor hazlo acompañado”.
Su adaptabilidad. En entornos empresariales (también deportivos) o de trabajo en equipo, las condiciones pueden cambiar rápidamente y se pueden presentar situaciones inesperadas. Los jugadores que están dispuestos a salir de su zona de confort y adaptarse a estas situaciones pueden ayudar al equipo a superar obstáculos y mantenerse en el camino hacia el éxito. Y en los entornos empresariales actuales VUCA y BANI que nos ha tocado vivir, necesitamos cada vez más de esa flexibilidad.
Su liderazgo. Los jugadores que están dispuestos a asumir roles adicionales, saliendo de su área de confort y a mostrar liderazgo en momentos críticos, pueden tener un impacto significativo en el desempeño general del equipo. Su capacidad para inspirar a otros y tomar decisiones difíciles puede ser invaluable en situaciones de alta presión ya que ejercen un efecto “role model”.
Su resiliencia. Los jugadores que están dispuestos a sacrificar su propio éxito por el bien del equipo a menudo demuestran una gran resiliencia y determinación. Estas cualidades son esenciales para superar adversidades y mantenerse enfocado en los objetivos a largo plazo del equipo. Hoy en día se habla mucho en la sociedad y en las organizaciones de sostenibilidad, y que mejor ejemplo que este tipo de perfiles.
Su humildad. Las personas humildes tienen la capacidad de reconocer sus propias limitaciones, se muestran dispuestas a aprender de otras y trabajar en armonía con sus compañeros de equipo. Lo que también se manifiesta a través de la apertura a la retroalimentación, la disposición para admitir errores y la celebración de los éxitos colectivos. ¿Quién no quiere esto en su equipo?
En resumen, mientras que los “cracks” pueden aportar habilidades excepcionales en sus áreas de experiencia, los “jugadores de equipo” que están dispuestos a ir más allá de sus roles designados y trabajar en beneficio del equipo, para mí llegan a ser incluso más valiosos debido a su versatilidad, espíritu de equipo, adaptabilidad, liderazgo, resiliencia y humildad.
Esta es mi opinión, porque siempre he creído en que el grupo, el juego colectivo en equipo, está por encima de las individualidades.
¿Cuál es tu opinión?
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