“LA GESTIÓN POR COMPETENCIAS”
En este artículo que he titulado la gestión por competencias, comparto a través de una experiencia personal, porque es importante que las empresas apuesten por este sistema, para no quedar ancladas en el pasado y terminar desaprovechando el talento que tienen. Mira esta semana tenía mi primera sesión de coaching con un cliente que busca un cambio profesional. Está cansado de seguir estancado en su actual empresa, y considera que puede optar a una mejor posición. En realidad era algo a lo que ya llevaba tiempo dándole vueltas a la cabeza y los últimos acontecimientos con su jefe, han sido el detonante. Al final como se suele decir:
“Uno no abandona la empresa para la que trabaja, abandona a su jefe”.
Mi cliente se trata de una persona joven con mucha iniciativa, con ganas de demostrar cosas, sin embargo cualquier propuesta que realiza a su jefe, siempre acaba siendo rechazada. Tal y como me decía: “Es como si me estrellara contra un gran muro Javier”.
La última vez que le hizo una propuesta la respuesta fue algo así como: “Ya… pero así no se hacen las cosas, en realidad se hace así…., además es como a mí me enseñaron”. Curiosamente es una de las personas en las que la empresa confía muchos de los potenciales empleados, gracias a su experiencia y resultados económicos, para la formación y el desarrollo de los nuevos responsables en la empresa (talento).
¿Cómo se relaciona este caso concreto, con tener un sistema de gestión por competencias?
El ejemplo anterior no se trata de un caso aislado. De hecho a lo largo de mi trayectoria profesional, he tenido muchos mentores en mi carrera profesional. La elección de estos al margen de que el plan de inducción era muy mejorable, fue atendiendo a criterios muy diversos:
1.- Muchas veces económicos (cercanía de la tienda y/o ser de la misma región; lo cual implicaba menores desplazamientos, gastos de manutención y hotel, etc.).
2.- Ser la persona de mayor antigüedad en la empresa (empresas con una cultura patriarcal).
3.- Haber conseguido los mejores resultados empresariales (visión cortoplacista del asunto, además de que no implica ser el mejor mentor).
4.- Criterios subjetivos y personales (por ejemplo ser el pelota del jefe, contar con el visto bueno de este, etc).
5.- Otros, distintos a seguir un sistema de gestión por competencias.
Pero en demasiadas ocasiones, detrás de la decisión de escoger a esa persona y no otra, no había un criterio estratégico, que un sistema de gestión por competencias si que ofrece.
Seguro que sabes a que me refiero cuando hablo de empleados que antes de ser promocionados a corto plazo o dentro de su proceso de training, suelen pasar un tiempo con esa figura de mentor en el puesto de trabajo de este. A la espera de que estos transfieran de forma voluntaria todo lo bueno que tienen. ¿Pero qué es todo lo bueno que tienen?
Permíteme un inciso personal y es que ¿verdad que aquellos que tenemos hijos, nos preocupamos de que compañías frecuentan,cuales son sus amistades, que profesores tienen, etc.? Pues con nuestros empleados, deberíamos hacer exactamente lo mismo. ¿Qué criterio has elegido para seleccionar a la persona con la que tu empleado pasará mucho tiempo y se formará? ¿Estás seguro que es la mejor elección? ¿Sobre la base de que criterio, has decidido que sea esa persona y no otra?.
Todos estamos asistiendo al hecho de que las organizaciones tienen que evolucionar. Ya no pueden seguir pensando en puestos de trabajo como en la sociedad industrial, tienen que enfocarse en competencias, en la sociedad del conocimiento. Se abre un nuevo abanico de posibilidades, donde surgen nuevas competencias cada vez más importantes como el tipo de liderazgo (coach), el trabajo en equipo, la constancia, la resiliencia, la iniciativa, etc. son la clave del éxito de empresas y profesionales del futuro.
Pero, ¿qué son exactamente las competencias?
Las competencias son el conjunto integrado de conocimientos, destrezas, habilidades, actitudes, rasgos de personalidad y motivaciones innatas o subyacentes en una persona, que le predisponen para desempeñar con éxito una ocupación profesional, cumpliendo con los valores de la empresa.
Por lo tanto no se trata solo de saber y de hacer también de querer. Es decir al margen de que la persona elegida en tu organización, tenga los conocimientos, habilidades, destrezas y aptitudes apropiadas, no debemos olvidar que posea también las actitudes, intereses, motivaciones, valores y una personalidad que encaje con lo que buscamos.
Las competencias cobran cada vez más importancia porque las personas y sus capacidades son cada vez más importantes a la hora de: tomar decisiones, participar, implicarse, opinar, crear, etc. Y como en el ejemplo del jefe de mi cliente, este es necesario que tenga esa motivación, actitud ante lo nuevo y de explorar nuevas formas de hacer las cosas.
No somos conscientes de que mientras muchas empresas pregonan a los cuatro vientos que hay que adaptarse, flexibilizarse, etc., todavía las nuevas generaciones siguen aprendiendo de líderes, que no están preparados para el cambio y que son modelos de éxito del pasado. Lo que antes servía, en el contexto actual ya no sirve y eso podría corregirse si el sistema que tuviéramos en las empresas se basara en la gestión por competencias.
Tenemos que ser conscientes que no todo el mundo es capaz de evolucionar, y que todavía existen jefes en la actualidad, que lideraban empresas del pasado haciéndolo en tiempos del presente. No todo el mundo está preparado para formar y desarrollar a otros empleados. Muchas empresas confían todo a los cursos de formación o a ese jefe al que muchas veces se le cuelga el cartel de “mentor” , a veces sin quererlo y sin una metodología y planificación apropiada. Y claro, luego así nos va. Buenos empleados abandonando empresas, porque tenemos a jefes en posiciones de responsabilidad en las que no debieran estar (los tiempos has cambiado).
Un sistema de gestión por competencias, permite trabajar todas las políticas de RR.HH. (selección, remuneración, evaluación, etc.) con una herramienta común: las competencias. Aprovechémoslo y hagamos las cosas mejor y diferente.
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Javier Giménez Divieso acompaña a Profesionales, Empresas y Equipos a mejorar sus resultados, a través de la Formación, Mentoring y el Desarrollo Personal.
Directivo senior con más de veinte años de experiencia en diferentes unidades de negocio nacionales. Trabaja actualmente como Formador, Mentor, Conferenciante, Coach Ejecutivo y Equipos certificado por ICF.
Además está acreditado con la Certificación Internacional The Society of NLP de EE.UU y el Dr. Richard Bandler, cocreador de la Programación Neurolingüística y con formación en Hipnosis Ericksoniana.
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