COMO DECIRLE ‘NO’ A TU JEFE
“Como decirle no a tu jefe“; es sin lugar a dudas una de las cuestiones, a las que probablemente hayas tenido que enfrentarte en alguna ocasión a lo largo de tu vida profesional. Habitualmente sin embargo el no poner límites a tu jefe, es algo que trasciende la parcela profesional y acabará afectando también a tu vida personal, familiar, con los amigos, etc. Y es que saber poner límites a los demás para cuidarnos a nosotros mismos, es fundamental sino quieres acabar siendo ‘un pelele’ y ‘tirándote piedras sobre tu propio tejado’.
Los mayores conflictos con uno mismo se dan cuando nuestro pensamiento, sentimientos y comportamientos no están alineados. Muchas personas actúan de una determinada forma de cara a los demás (front office) pero en su auténtico ‘yo‘ desearían actuar o comportarse de forma distinta (back office). Desconozco si es tu caso si me estás leyendo, pero cuando esto sucede acaba reduciéndose tu energía, productividad y especialmente tu autoestima. Cada vez más y sin darnos cuenta acabamos haciéndonos más pequeños frente al resto y perdiendo oportunidades profesionales aunque no lo creamos y sobre todo la posibilidad de ser felices.
Pero esto no tiene porque ser así y por eso me gustaría señalarte algunas claves en este artículo. Para empezar creo que es importante que seas capaz de distinguir entre lo que llamamos tolerar y lo que es respetar. Al tolerar algo nos estamos enfrentando a una situación que no es exactamente como nos gustaría que fuera. Pudiendo incluir cierto enfado. Sin embargo respetar es distinto, cuando lo hacemos desaparece el juicio que tenemos del otro. Dando lugar a una visión más neutral.
La diferencia entre ambos conceptos a priori similares pero diferentes, está en la forma que procesamos internamente la información. Cuando respetamos nos situamos en un lugar con una energía neutra y cuando toleramos nos quedamos atrapados en el famoso: “Yo tengo razón y tú estás equivocado”, que ralentiza nuestro avance y nos quita energía.
La clave para acabar con tolerancias en nuestra vida pasa por establecer límites y obligarnos a cumplirlos. Los límites son fronteras que no queremos que los demás crucen y que nos protegen de los demás y especialmente de uno mismo con sus actuaciones. Estos actúan como filtros que dejan pasar lo que consideramos aceptable y que nos protegen de aquello que no estamos dispuestos a tolerar.
Cada persona es libre de establecer sus propios límites. Algunas personas han construido auténticos muros de hormigón completamente infranqueables. A mí me gusta la metáfora del castillo fuertemente asegurado y rodeado de agua con cocodrilos que evita el ataque de los demás. Pero también en muchas ocasiones estos límites en algunas personas son: tenues, ligeros e incluso transparentes.
En coaching habitualmente con mis clientes utilizamos diferentes herramientas, una de ellas por ejemplo es la ‘técnica del semáforo’, con la que conseguimos muy buenos resultados. No obstante voy a tratar de darte una serie de recomendaciones que quizás puedan serte de utilidad:
1º) Establece límites entre lo deseado y lo mínimo aceptable.
Vamos lo que por nada del mundo vas a permitir. Por ejemplo: “Nadie puede subirme la voz y nadie puede agredirme”.
2º) Utiliza alguno de estos recursos lingüísticos.
Cuando se produzca una situación en la que alguien este cruzando los límites que consideras mínimos puedes:
- Informar: “¿Sabes que me estás hablando alto?”
- Pedir: “Te pido que dejes de gritarme”.
- Instruir: “Necesito de ti que no me chilles cuando estés enfadado”.
- Avisar: “No debes hablar conmigo usando esas palabras”.
- Declarar: “Para, para. Te pido que pares, ya”.
- Marcharte: “Como me estás hablando es inaceptable para mí. Estoy dispuesto a resolver este asunto contigo, cuando emplees otras formas conmigo. Lo siento, hasta luego”
3º) Hazlo sin tener en cuenta las consecuencias que puedan derivarse.
Este es quizás uno de lo mayores miedos (consecuencias), pero te aseguro que la mayoría de las ocasiones consigues que la otra persona te respete y tu confianza en ti mismo aumente. Tú eres la única persona que puede proteger tu castillo (tus límites). Si tú no lo haces, nadie lo va a hacer por ti. ¿Hasta cuando estas dispuest@ a seguir tolerando esa situación que estás viviendo?
Habitualmente esto requiere que tú digas algo, hagas algo, o te marches. Quizás no seas consciente de ello pero tratarte bien a ti mismo, respetando tus límites (y pidiendo a otros que los respeten) es mucho más importante que las consecuencias temporales que pueden ocurrirte cuando eliges vivir de esta manera. Te lo digo por experiencia propia y por ver los efectos que produce el no hacerlo en otras personas, que vienen a mis sesiones de coaching. Porque no te olvides que lo más importante para un profesional que desea tener éxito en su carrera profesional, es la confianza en uno mismo. Confianza que por otra parte se reduce, cuando no eres capaz de decirle no a tu jefe o a cualquier persona (poner límites).
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Javier Giménez Divieso acompaña a Profesionales, Empresas y Equipos a mejorar sus resultados, a través de la Formación, Mentoring y el Desarrollo Personal.
Directivo senior con más de veinte años de experiencia en diferentes unidades de negocio nacionales. Trabaja actualmente como Formador, Mentor, Conferenciante, Coach Ejecutivo y Equipos certificado por ICF.
Además está acreditado con la Certificación Internacional The Society of NLP de EE.UU y el Dr. Richard Bandler, cocreador de la Programación Neurolingüística y con formación en Hipnosis Ericksoniana.
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